¿Qué son los celos y por qué nos afectan?
Los celos son una emoción compleja que suele surgir cuando percibimos una amenaza (real o imaginada) hacia algo que valoramos, como el afecto, la atención o la exclusividad. Pueden tener raíces profundas: inseguridades personales, experiencias previas de abandono, baja autoestima, dependencia emocional o simplemente miedo a perder a alguien importante.
En contextos BDSM, donde muchas relaciones se construyen sobre acuerdos explícitos, parece contradictorio que los celos aparezcan. Pero no lo es. Porque las emociones no entienden de contratos, y lo que uno racionaliza, no siempre se traduce en lo que uno siente.
¿Por qué aparecen celos en relaciones BDSM?
- Intercambio desigual de atención: si un/a Dominante pasa más tiempo con otra persona o incluye a otro/a sumiso/a en dinámicas, quien no está siendo priorizado/a puede sentirse desplazado/a.
- Comparación de roles y prácticas: en contextos donde hay múltiples vínculos o prácticas compartidas, es común que surjan comparaciones (“¿por qué con esa persona hace cosas que no hace conmigo?”).
- Cambios en la dinámica: una sesión intensa con alguien nuevo, el ingreso de un/a nuevo/a integrante al vínculo, o la modificación del protocolo puede alterar el equilibrio emocional de la relación.
- Desequilibrios emocionales o de poder mal gestionados: aunque una relación sea consensuada, si una parte siente que no tiene espacio para expresar sus emociones, los celos pueden escalar hasta convertirse en resentimiento.
¿Qué hacer cuando los celos aparecen?
La clave no es evitarlos, sino reconocerlos, validarlos y gestionarlos.
1. Aceptar los celos como una emoción válida
Sentir celos no te hace menos sumiso/a, menos Dominante, ni significa que estás fallando en tu dinámica. Tampoco es una emoción exclusiva del “amor romántico”. En el BDSM, los vínculos pueden ser intensamente emocionales, aun cuando no sean relaciones amorosas tradicionales.
2. Explora el origen de tus celos
Pregúntate:
- ¿Qué estoy temiendo realmente?
- ¿Es miedo a ser reemplazado/a, a no ser suficiente, a perder control, a quedar en segundo plano?
Identificar el origen ayuda a evitar que la emoción se transforme en reacción.
3. Comunicación sin acusaciones
Habla desde tu experiencia, no desde la culpa o el reproche.
No es lo mismo decir:
🟥 “Siempre prefieres a la otra persona más que a mí”
🟩 que decir: “Cuando haces ciertas prácticas con alguien más, me siento inseguro/a y me gustaría hablar de cómo mantener nuestro vínculo fuerte”.
La forma en que expresas tus emociones es tan importante como el contenido.
4. Negociar acuerdos que contengan lo emocional
Si sabes que ciertas prácticas o situaciones te generan celos, puedes acordar con tu pareja o vínculo D/s medidas de contención:
- Espacios de cuidado después de sesiones con otras personas.
- Rituales de reconexión.
- Check-ins emocionales regulares.
No se trata de prohibir o controlar, sino de crear espacios donde el cuidado mutuo sea parte del juego.
5. Trabaja la seguridad personal
A veces los celos no vienen de lo que el otro hace, sino de cómo nos sentimos con nosotres mismes. Fortalecer la autoestima, poner límites claros, aprender a reconocer nuestro valor en el vínculo, puede reducir mucho la intensidad de los celos.
¿Y si soy quien provoca celos en otra persona?
Si alguien en tu dinámica te expresa celos, lo primero es no invalidar su emoción. Frases como “eso es cosa tuya”, “no deberías sentirte así” o “no exageres” solo profundizan el malestar.
En cambio, puedes:
- Preguntar qué necesita esa persona para sentirse más segura.
- Aclarar tus intenciones.
- Reafirmar el valor del vínculo.
- Revisar si hay desequilibrios que puedes corregir o negociar.
El BDSM se basa en el consentimiento, pero también en el cuidado mutuo. Si tu libertad está dañando emocionalmente a alguien, vale la pena revisar si hay formas de actuar con más empatía.
Celos, poder y responsabilidad
Dentro del BDSM, especialmente en relaciones con un componente de poder (D/s), la persona que ejerce control tiene una responsabilidad adicional. Los celos pueden volverse una herramienta de manipulación si se invalidan constantemente o se explotan emocionalmente.
Es importante diferenciar entre:
- Celos como parte de un juego consensuado, donde se exploran emociones intensas dentro de un espacio seguro.
- Celos como resultado de desequilibrios reales, donde una de las partes siente que no tiene herramientas para cuidarse o proteger su lugar.
La diferencia está en el consentimiento informado y continuo.
Conclusión: del miedo al crecimiento
Sentir celos en una relación BDSM no es una señal de debilidad, sino una oportunidad de revisar el vínculo, profundizar en la comunicación y crecer tanto individual como colectivamente.
El BDSM, con sus protocolos, cuidados y estructuras, nos da herramientas únicas para abordar estas emociones. No desde la negación, sino desde la consciencia. Lo importante es no actuar desde el impulso, sino desde el deseo genuino de construir vínculos sanos, claros y amorosos, en todas sus formas.

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